En un fallo que evidencia la rigidez de las penas frente a delitos de esta naturaleza, un imputado fue condenado a 7 años de prisión efectiva por su participación en un turbazo ocurrido en La Reina. Durante el proceso, el tribunal determinó que no era procedente otorgar una pena sustitutiva, subrayando la gravedad del delito de robo con violencia que se materializó mediante la irrupción en una vivienda en horas de la madrugada.
Los hechos se remontan al 9 de abril de 2024, aproximadamente a las 3:15 horas, cuando un grupo de seis personas ingresó de forma violenta a una residencia habitada por dos adultos y tres menores. Los delincuentes hicieron uso de la fuerza al fracturar la puerta principal y, una vez dentro, intimidaron a la familia para obtener dinero, joyas y acceder a la caja fuerte, llegando incluso a forcejear con los adultos presentes.
Entre los objetos hurtados se encuentran diversos artículos electrónicos, celulares, un televisor, un monitor, además de joyería —incluyendo anillos, collares y aros—, relojes, documentación personal, $130 mil en efectivo, tarjetas bancarias y un vehículo que se utilizó para transportar las pertenencias sustraídas. La huida se realizó en ese automóvil junto con otros dos vehículos, dejando un rastro delictivo marcado por la violencia y el temor inducido en los presentes.
El Tercer Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago enfatizó en su sentencia la magnitud del daño causado por el atentado, resaltando el hecho de que se cometió un asalto nocturno a una vivienda, interrumpiendo el descanso familiar y generando un impacto significativo en la víctima. Asimismo, se descartó cualquier medida alterna a la reclusión debido al nivel del delito perpetrado.
La determinación de la condena, aplicada en su grado mínimo legal, pone en relieve tanto la precisión en la tipificación del acto ilícito como la consideración de las circunstancias agravantes que acompañaron el robo violento en el entorno familiar.
Autor: Roberto Sánchez